Franco Beghelli escribe en Hiedra para demostrar, con cifras sobre la mesa, por qué lo del OIC es una desaparición de cobertura y no un reemplazo por el PAOCC como pretende el discurso ministerial.

“Este Programa tiene como objetivo general fortalecer y dar continuidad a aquellas instituciones y organizaciones culturales chilenas, de derecho privado y sin fines de lucro que, con un mínimo de cinco (5) años de trayectoria hayan demostrado ser un aporte para el sector cultural en el cual operan, así como para la región y la comunidad en la que se insertan.

Ver bases y más información”

Esto es lo que podemos leer en la página del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio sobre el Programa Otras Instituciones Colaboradoras, el OIC o POIC… pero si hacemos click al link “ver bases y más información”, rápidamente nos redirigimos al sitio de los fondosdecultura.cl donde con letras negras arial 32 nos informan que: la página solicitada no existe.

¿Un error en el servidor? ¿Mi internet me está fallando? No, la derecha lo hizo otra vez, decidió desmantelar una de las políticas públicas que más cumple las orientaciones y objetivos estratégicos de la Política Nacional de Cultura 2017-2022 (que a esta altura sirve como posavasos en la oficina de la ministra), dando sostenibilidad a las organizaciones, las cuales mediante el cumplimiento de planes estratégicos, renovaban año a año su financiamiento (entre el 80% y el 75% del presupuesto total de la organización). El OIC hasta la fecha apoya a 48 organizaciones de las cuales un 73% son de regiones distintas a la Metropolitana, pero que lamentablemente tiene sus días contados hasta el 2021. ¿Pero el Ministerio lo reemplazó por algo mejor, cierto? el PAOCC, Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras: ¡un fondo concursable!

¿En qué consiste el PAOCC? según el ministerio, se orienta a entregar apoyo y financiamiento a organizaciones culturales intermediadoras, con o sin fines de lucro, que ofrecen a sus públicos programación, contenidos y/o productos artísticos, con el fin de que puedan fortalecer sus capacidades y aumentar sus posibilidades de sostenibilidad. Este programa busca dar “continuidad” a los programas Fortalecimiento de Organizaciones Culturales (ex Intermediación Cultural) y Otras Instituciones Colaboradoras. Escribo “continuidad”, así entre comillas, porque nuevamente el ministerio nos quiere pasar gato por liebre.

Veamos algunas diferencias. De partida el PAOCC es un ¡Fondo concursable! que no da ninguna certeza de continuidad, un claro retroceso se mire por donde se le mire. Destinado en un 50% para regiones distintas a la metropolitana y que para el 2021 financiará a un máximo de 10 organizaciones en total, es decir, solo el 20,9% de organizaciones que son financiadas por el OIC podrían ser financiadas por el PAOCC. Disminuyendo además a 5 organizaciones en regiones, sólo un 14,3% de la actual cobertura.

Por otra parte, un cambio sustancial es que el PAOCC tiene como beneficiarios a organizaciones con o sin fines de lucro, lo cual lleva a organizaciones comunitarias a competir contra corporaciones con grandes capitales, con la capacidad de contratar a un staff calificado de expertos en gestión y toda la maquinaria que eso implica, donde es muy probable que la ley del más fuerte, propia del darwinismo social de mercado, se impondrá la mayoría de las veces.

¿En serio? ¿Otra vez la solución del gobierno es un fondo concursable? A esta altura existe un consenso bastante amplio sobre la concursabilidad: un sistema de financiamiento con baja cobertura, que reproduce la precariedad del sector por lo escaso de los recursos y la poca certeza de volver a adjudicarse un fondo al año siguiente. Esto amenaza la continuidad y sostenibilidad de cualquier proyecto cultural, lo que va claramente en contra de las orientaciones de la política cultural del Estado. A modo de ejemplo la orientación “c” (ver la Política Nacional de Cultura): un campo artístico-cultural  fortalecido, estable y sostenible que respete los derechos laborales de los trabajadores de la cultura.

Parafraseando a Alejandra Jiménez en su exposición ante la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, el PAOCC es un fondo concursable, el OIC es una política pública, lo más parecido que hemos tenido a la política de Puntos de Cultura, política cultural exitosa en los países en los que se ha implementado.

Nuevamente nos encontramos ante la ceguera ideológica de la derecha que no concibe otra forma de fomento más allá del paradigma de la cultura como un bien de consumo. ¿Qué pasará con las organizaciones que se financian a través del OIC a partir del 2022? no existe respuesta hasta el momento.  Así que hasta el final del nefasto gobierno de Sebastián Piñera seguiremos con una #CulturaSinConsuelo.

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Imagen: pantallazo del desconcertante hallazgo.