Fuimos a ver Mateluna, la obra más reciente del dramaturgo y director chileno Guillermo Calderón, cuyo estreno sucedió en Alemania y hoy se presenta por primera vez en Chile en el Teatro de la Universidad Católica en el marco del Festival Santiago a Mil 2017.  

Mateluna, llamada así por el ex frentista Jorge Mateluna, es una puesta en escena dirigida por Guillermo Calderón, actor, director y dramaturgo. Tras su estreno en octubre de 2016 en el teatro HUA Hebbel am Ufer de Berlín, Mateluna se está presentando con extensión de funciones hasta el 28 de enero en el Teatro UC, en el marco del Festival Santiago a Mil.

En enero de 2013, Calderón presentó Escuela, una obra que trató sobre la preparación militar de un grupo de revolucionarios durante los años ochenta, para la cual invitó a participar en los ensayos a Jorge Mateluna, ex miembro del FPMR, quien entregó su testimonio.  Seis meses después, en junio, Calderón se enteró de la injusta detención de Mateluna, procesado por asaltar un banco en Pudahuel junto a dos hombres más. Aquel suceso que no presentó pruebas verídicas para condenar a Jorge con 16 años de prisión, despertó en Calderón, la necesidad de eternizar la brutalidad de la injusticia en nuestro país.

Tras una breve contextualización didáctica que da una actriz en la escena, los cinco personajes, jóvenes encapuchados, se disponen a elaborar un explosivo artesanal en un lugar clandestino. Eran los revolucionarios de hoy, como Jorge Mateluna en los años ochenta, quien combatió la represión política-ideológica encabezada por la dictadura de Augusto Pinochet. Eran los revolucionarios de hoy, pero el temor los invadía al preparar la bomba que instalarían para destruir el “poder burgués”. Eran compañeros de Jorge, estaban en libertad y debían continuar la victoria revolucionaria.

Delirantes y enérgicos deciden pasar de la elaboración de una bomba a la escritura de una obra que representase a Jorge, como un grito ya no revolucionario, pero sí reivindicativo. En medio de las pruebas que realizan, discuten sobre ideas políticas y estéticas de antaño, como por ejemplo las de Bertolt Brecht en los años veinte y treinta, las que en algunos episodios los llevan al absurdo, puesto que ríen y prestan atención a trivialidades en medio del infortunio prisionero de Jorge.

Sobre estos momentos, Calderón muestra parte de esa idealización revolucionaria que persiste en la actualidad, contrastando, en alguna medida, a los revolucionarios de antes con los de hoy, lo que no sólo nos lleva a cuestionar la osadía actual, sino a preguntarnos, ¿hasta dónde es humana la Revolución? ¿Cuánta hostilidad se puede resistir? ¿Hasta dónde dejan sentir las armas? La humanidad, el sentir y la aflicción, llevaron a los compañeros de Jorge a renunciar a la vía armada y emprender una pacífica, que igualmente clamaba por la libertad y respeto hacia él, coreando A little respect de Erasure.

Mateluna es una creación que grita la irregularidad del sistema judicial de nuestro país, mostrando la facilidad con que se mal utilizan las pruebas para establecer condenas y evidenciando cómo opera sustancialmente la sospecha, un recurso que se basa en los antecedentes del acusado para legitimar delitos. Esta obra, nos lleva a cuestionar la justicia chilena en un contexto democrático, que basa su ejercicio judicial en los principios republicanos de la igualdad, libertad y fraternidad, pero éstos ¿hasta dónde son legítimos?

Esencialmente, Mateluna es un teatro político que nos lleva a reflexionar y sentirnos parte de este problema nacional, conmoviéndonos en la butaca, llamándonos a alzar la voz, instigándonos a conocer las caras de la justicia/injusticia y, por último, en un acto de efervescencia, nos exige elevar un canto a la justicia por Jorge Mateluna.

*Crítica realizada en la temporada de enero 2017

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