Mar: ausente y poético
En la segunda entrega de nuestro trabajo colaborativo con Teatralízate, fuimos a ver «El Mar», obra de la compañía boliviana Teatro de los Andes. Estamos frente a una obra que antes que nada debe leerse desde quien padece su ausencia, sin proclamas políticas y sin aplausos reivindicativos.
El Mar, último montaje de la Compañía Teatro de los Andes, trabaja una temática que en Chile hemos conocido este último tiempo como “demanda marítima”, pero desde otro lugar: el de la ausencia del mar, el de los derrotados.
La obra se interesa por escudriñar en lo que significa dicha ausencia para la sociedad boliviana a partir la historia de tres hermanos que se ven conminados por su madre moribunda, a bajar las montañas para llevarla al mar y dejarla morir ahí. Esta narración mayor se complementa con la aparición de dos soldados bolivianos que aparecen en escena para defender con resignación los ideales de una patria soberana, donde exista el “oficio de salvavidas”, un mar “concreto” y no solo uno “abstracto y teórico”.
Los momentos más altos de la obra son, justamente, cuando el relato se fragmenta y aparecen estos militares, pues constituyen una ruptura con el lenguaje poético que la obra instituye, instalándose en cambio una escena construida con menos metáfora, lo que permite hablar de aquella ausencia con un tipo de humor e ironía, que toma posición respecto del rol de las fuerzas armadas y todo el ideal nacionalista.
Con todo, resulta necesario tener en cuenta el contexto de producción de la obra pues para desconsuelo de sensibilidades latinoamericanistas, la obra nunca entrega declaraciones, ni posturas novedosas, agudas y radicales respecto del discurso hegemónico que mantiene en conflicto diplomático a ambos estados,-el chileno y el boliviano-, mezcla de patriotismo, conservadurismo e intereses económicos. En cambio, sólo en momentos la obra plantea la necesidad de discutir la idea de propiedad económica del mar o la utilidad de la guerra.
Son diversas las obras donde nos encontramos con el interés de hacer aparecer a los ausentes. A veces es la comunidad, el pueblo, las regiones o los márgenes. En este caso, el mar es el primer gran ausente, aunque también lo es la madre, que a su vez es la metáfora de una nación. Entonces la tarea se vuelve compleja: deben aparecer mar, la madre, nación y por último, la propia sociedad boliviana.
Tal vez sea por ello y por la renuncia a historizar en escena, que Teatro los Andes desarrolla un lenguaje onírico que se complementa con un estilo narrativo propio del cuento popular donde la reiteración al menos tres veces, es común. Sin embargo, el resultado es una obra lata, que se extiende demasiado para decir lo que quiere, y que además se recarga a lo poético haciendo protagonista al ejercicio estético, que pareciera responder antes a la conformación de un estilo que releve su carácter folclórico-cultural, que a la instauración de una política estética que entre en fricción con su contexto de producción.
En síntesis, El Mar, es una obra sin pretensiones reivindicativas. Se desprende a partir de lo mismo, que la obra no sostiene declaraciones ni propone una mirada política que colisione con otros discursos en juego. En cambio, es una obra que exige ser leída en términos discursivos desde la ausencia que propone, es decir, poniéndose en los zapatos de los «derrotados». Ahí radica la pertinencia de su paso por chile.
La pregunta que queda al final de la noche, apartando todo el dispositivo escénico, es ¿qué significaría para quienes nacimos o tenemos acceso directo y regular al mar, conocer a otro humano, un “alguien más” que no lo ve con regularidad o que derechamente nunca lo ha visto, tocado u olido?[/vc_column_text][/vc_row]
Ficha Artística
CREACCION COLECTIVA DEL TEATRO DE LOS ANDES Y ARISTIDES VARGAS
Actores: Lucas Achirico, Gonzalo Callejas, Alice Guimaraes
Música: Lucas Achirico
Escenografía: Gonzalo Callejas
Vestuario: Alice Guimaraes, Danuta Zarzyka, Jacqueline Lafuente Covarrubias
Técnico: luz y sonido Alejandro Bustamante
Dirección de actores: María Del Rosario Frances
Texto y dirección: Arístides Vargas
Organización general: Giampaolo Nalli