¿Cuántas obras de arte circulan al mes? ¿Cuánto dinero mueve la industria? ¿Qué países son los más consumidores de arte? Además de cuestionarnos la vida y el mundo, hablamos de dos obras, la primera fue «Oleanna» dirigida por Rodrigo Bazaes y la segunda «Fulgor» de Teatro Niño Proletario.

Partimos este programa preguntándonos varias cosas, como ¿blanco o negro? ¿arriba o abajo? ¿bueno o malo? Esas fueron algunas de las dudas que surgieron cuando hablamos del pensamiento dicotómico. ¿Pero qué es eso? ¿Todos pensamos así? ¿Es útil?

Hace poco un diario online publicaba un artículo de opinión que detallaba el consumo de obras de arte (en particular de pintura) en el mundo. Era un ranking que por un lado tiene a los artistas más vendidos, la crème de la crème, y por otro lado a grandes potencias consumidoras (sí, Estados Unidos lidera la lista). Pero ¿Cómo eso se traduce a otras áreas del arte? ¿Es posible invertir en teatro así como quien compra una pintura?

Fuimos al teatro y la primera obra de la sección de crítica fue Oleanna dirigida por Rodrigo Bazaes con temporada en el Teatro de la Universidad Católica. Una obra escrita por el irreverente David Mamet, pero que en la puesta en escena de Bazaes parece algo aséptica. También vimos Fulgor, el ejercicio escénico más reciente de Teatro Niño Proletario donde vemos un relato de imágenes basado en una investigación de la compañía sobre las temáticas migrantes. ¿Es suficiente una imagen? ¿Qué decimos cuando no decimos nada (con palabras)?

Canciones de Stretch, The White Stripes, Jimmy Cliff y Bloque Depresivo.