Happy End: Brecht y la tarea del teatro
Giovanna Caruso fue a ver «Happy End» al GAM, una obra que se enmarca en la conmemoración de los sesenta años del fallecimiento del dramaturgo y poeta Bertolt Brecht.
Un despliegue de sonoridad que no pasa desapercibido. Ruidos de animales, voces caricaturescas, una animada orquesta, coros y solistas. Se presenta por primera vez en Chile la comedia musical Happy End, bajo la dirección de Álvaro Viguera en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), a sesenta años de la muerte de Bertolt Brecht.
La acción está ambientada en el Chicago de los años veinte, muestra la interacción entre los gangsters y el Ejército de Salvación mediante un romance de los integrantes de bandas contrarias: Lilian Holiday y Bill Cracker. Con un final que intencionalmente anticipa el nombre de la obra, fue estrenada por primera vez en Berlin en 1929.
En la creación de ésta pieza teatral, además de Brecht, participó Elisabeth Hauptmann en los textos, mientras que Kurt Weill fue el compositor musical. Las canciones contienen irónicas frases de Brecht que permiten reflexionar sobre el capitalismo, por ejemplo: “hagamos más feliz al rico, que siempre esté contento y que tenga más y más”, o “Hosanna Rockefeller, Hosanna Henry Ford”.
El equipo de intérpretes incluye 14 actores que cantan y 8 instrumentistas, los cuales construyen una refrescante dimensión performativa. Ellos realizan acciones reales tales como interactuar con las personas del público, al mirar cómo se ubican en sus asientos, los interpelan con la instrucción de apagar los celulares, los apuntan con sus armas, y buscan su complicidad a través de comentarios o de pequeños gestos dirigidos a los espectadores.
Geraldine Neary y Gabriel Urzúa interpretan a los protagonistas del romance; Elvira Díaz es la Mosca, una ruda mujer de la mafia; Gloria Münchmeyer es la respetable Mayor del Ejército de Salvación; Catalina Martin hace un encantador papel como Miriam y Bastián Bodenhöfer encarna con prestancia al gobernador. En general, la actuación del elenco está bien desempeñada.
Neary interpreta como solista las canciones más difíciles. Su escasa técnica vocal queda manifiesta por su falta de proyección al enfrentarse a los complejos giros melódicos de la mayor parte de ellas. Sin embargo, esto no se impone sobre su adecuada afinación, y en muchos momentos se puede apreciar su hermosa voz. Su interpretación de Surabaya Johnny es la mejor lograda.
El desempeño de los demás solistas es satisfactorio, al igual que el de los coros. En las intervenciones de canto coral se puede observar la agudeza de Weill al crear para éstos armonizaciones sencillas y fáciles de ensamblar (pero con grandes efectos), dejando las dificultades a los solistas.
El distanciamiento que Brecht defendía se manifiesta a través del canto solista y coral, la curiosa gestualidad de ciertos personajes, la repetición de movimientos corporales en algunos momentos cómicos, las bien logradas coreografías de Gonzalo Beltrán, la emulación de ruidos o movimientos de animales y la música que está sumamente presente. La escenografía de Rodrigo Ruiz permite modificar el escenario en forma eficaz, sacando partido de la altura de la sala.
Esta puesta en escena de Álvaro Viguera logra divertir a la gente, por ende es un éxito, si recordamos que precisamente para Brecht esa es “la tarea del teatro”, como lo indica en su Pequeño Organon (1948). Aun cuando la duración de la obra alcanza las 2 horas y media, la acertada combinación de recursos escénicos de Viguera es capaz de captar la atención de un público que frecuentemente se manifiesta con todo su entusiasmo.
Ficha Artística
Texto: Bertolt Brecht y Elisabeth Hauptmann
Texto de canciones: Bertolt Brecht
Música: Kurt Weill
Traducción: Omar Saavedra Santis
Director: Álvaro Viguera
Director Musical: Marcelo Vergara
Productora General: Antonia Santa María
Asistente de Dirección: Ana Corbalán
Asistente de Producción: Alessandra Massardo
Coreógrafo: Gonzalo Beltrán
Diseño Escenografía e Iluminación: Rodrigo Ruiz
Diseño Vestuario: Andrea Carolina Contreras
Diseño Sonoro: Roberto Contreras
Coach Vocal: Elvira López
Co Producción: GAM y La SANTA Producciones