Painecur: dolor y destino inevitable
Del taller de crítica teatral realizado durante enero de este año en conjunto con el Festival Internacional Santiago Off y la participación de Jóvenes Críticos GAM, salieron una serie de ejercicios de escritura crítica que hoy compartimos con nuestros lectores. Acá Paloma Montero escribe sobre «Painecur» de Teatro La Familia.
Por Paloma Montero
Un niño de 6 años, en medio del terremoto de Valdivia de 1960, es sacrificado por la machi Juana Namuncura con el propósito de tranquilizar las fuerzas de la naturaleza, y evitar un desastre incluso mayor. A partir de ese caso, un grupo de estudiantes de derecho, ya en nuestros tiempos, debaten el suceso como parte de un examen de la universidad. Eso es Painecur, la última entrega de La Familia teatro que llegó a Matucana 100 de la mano del Festival Santiago Off, los días 20 y 21 de enero.
La obra se sostiene consistentemente en múltiples sentidos. A punta de un ritmo conciso y con un humor a veces punzante, la puesta contextualiza efectivamente la temática central y la historia -por lo demás, real- en cuestión. Los cuatro personajes -interpretados por Pamela Alarcón, Sebastián Silva, Alexis Moreno Venegas y Felipe Lagos-, coherentemente constituidos, representan fidedignamente las caras que se pueden poner en conflicto frente a un caso como el de Painecur. La disyuntiva de cosmovisiones se vuelve, en tanto, un punto central, y se expresa de manera íntegra y emocionante, al mismo tiempo que racional.
En un espacio que emula una sala de estudio, el montaje se despliega de forma que cabe en él no sólo el lugar de discusión: en pasajes oníricos, Painecur transporta a través de luces y sonido. El ambiente de agotamiento propio de una sala universitaria en pleno trabajo se respira, así como la brisa marina transportada desde Puerto Saavedra, escenario cercano a la tragedia. De esta forma, los elementos en la escena, simple pero completa, abarcan el todo de manera idónea, y en ocasiones se vuelven incluso más cuidados de lo que parecen a primera vista.
La apuesta, escrita y dirigida por Eduardo Luna, aproxima funcionalmente el conflicto, acercando a través de un texto fiel y natural una realidad compleja. Desde los hechos se construye un relato en el que destaca el poner en cuestionamiento no sólo los prejuicios que se condenan comúnmente, sino el doble estándar con el que el pueblo mapuche se ve discriminado en ámbitos absolutos.
Sin duda, Painecur es una pieza que da para reflexionar más allá de lo políticamente correcto. Entre los muchos puntos a tomar en cuenta, se destaca el cuestionable rol de los medios sobre la opinión pública y la forma en que éstos influyen en la manera de entender las cosas. La crítica es directa, en tanto los personajes basan el contenido del examen en documentación de la prensa de la época. Sin embargo, no se detiene en eso: la puesta da vuelcos que apuntan a lo incomprensible y desconocido, pero arrojando lucidez a -como expresa una de los personajes-, “la oscuridad propia de la vida”. Una oscuridad dolorosa e inevitable.
—
Jóvenes Críticos GAM es un grupo de jóvenes entre los 19 y 23 años que expresa su punto de vista en torno a las artes escénicas, a través de diferentes formatos como lo son la escritura de crítica y la gestión de contenidos para su sitio web www.jovenescriticos.cl. El año 2018 gracias a la alianza con Santiago Off, cubrieron la programación del Festival y participaron de los talleres de crítica de Omar Valiño y Sebastián Pérez.
Te invitamos a leer sus críticas en www.gam.cl , www.santiagooff.com y www.revistahiedra.cl
Obra vista en enero de 2018.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Ficha Artística
Dramaturgia y dirección: Eduardo Luna
Asistente de dirección: Nicole Morales
Elenco: Pamela Alarcón, Sebastián Silva Rodríguez, Alexis Moreno Venegas, Felipe Lagos
Diseño teatral: Javiera Severino y Karla Rodríguez
Composición musical: Daniel Cartes
Diseño sonoro: Franco Peñaloza
Diseño y producción audiovisual: Pelochuzo Producciones
Asesoría dramatúrgica y diseño gráfico: Javier Alvarado
Preparación actoral: Daniela Venegas
Registro: Paola Cruz
Fotografía: Juan Carlos Caruz
Realización escenográfica: Gian Reginato