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Acapela: agitación irrisoria

Galia Arriagada fue a ver «Acapela» una pieza de danza presente en el Festival Santiago a Mil 2016. Su opinión puedes leerla acá.

La respiración en sus múltiples facetas es lo que intenta mostrar Acapela, obra de danza contemporánea dirigida por Javiera Peón-Veiga, financiada por el FONDART y actualmente en cartelera dentro del marco del Festival Internacional Santiago a Mil 2016.

Los espectadores son introducidos a una carpa ovalada totalmente blanca, con los pies descalzos, formando un círculo que rememora lo ritual. Los bailarines, vestidos de blanco, se mimetizan con el espacio ubicados en distintos puntos. La puesta en escena se desarrolla desde el mínimo gesto hasta la máxima exageración corporal, aquella transición, se apropia del centro de este círculo por medio de la respiración como motor «coreográfico» que conduce a los intérpretes a distintos estados físicos.

Lo cuestionable de la interpretación del elenco es la carencia de verosimilitud y la fragilidad de la coordinación. Aunque los movimientos respondan a improvisaciones realizadas en cada función o a una planificación, se distingue un descontrol e inseguridad en colectivo reflejado en el desplazamiento impulsivo de los cuerpos, ya sea como individuos extraviados, o bien, conformados como una masa movediza.

La única imagen construida es la cita a la performance Death Self (1977) de Marina Abramovic con Ulay, que consiste en darse respiración mutua a través de la boca hasta agotar el oxígeno, finalmente ambos se desmayan. En Acapela los bailarines se dividen en parejas para reproducir la misma acción considerando las limitaciones, es decir, resisten un par de minutos en dicho mecanismo, a diferencia de Marina y Ulay que estuvieron 17 minutos sosteniendo la performance hasta caer inconscientes.

A pesar de la exhausta investigación por parte del equipo a través de las técnicas: Alba Emoting, Canto, Kundalini, Respiración Holotrópica, Body Mind Centering, Chi Kung y Meditación Dinámica de Osho (indicadas en la reseña de la plataforma virtual del FITAM), la obra muestra una libertad absurda. En efecto, el planteamiento del uso de la respiración como constructo de creación no se justifica.

Se comprende la tentativa por explorar ritmos en las diversas formas de inhalar, exhalar, períodos de ahogo, sofocación, también la necesidad de hacer visible la capacidad pulmonar y el rendimiento físico de los bailarines. Sin embargo, la propuesta escénica permanece en una abyección innecesaria atrapada en cuerpos coléricos, efusivos, que reducen a la danza a un salvajismo ridiculizado en situaciones como correr chocando con un compañero, la torpeza de golpearse entre sí y  armar estructuras corporales sin importar si se está agrediendo al público. En otras palabras, la saturación de actos erráticos termina por convertirse en una violencia redundante, superflua.

La atractiva carpa que parece simular un pulmón vivo, al expandirse y decrecer continuamente, da una sensación de ligereza opuesta a la corporalidad de los intérpretes, quienes se mantienen en un plano de bestialidad caricaturesco, restándole fuerza a los efectos del trabajo de respiración en escena. Acapela podría considerarse un «work-in-progress». Es pretencioso definirla como obra por parte de la directora y de un festival internacional de artes escénicas.

Ficha Artística

Dirección Javiera Peón-Veiga
Creación e interpretación Carolina Cifras, Angélica Vial, Ariel Hermosilla, Emilio Edwards, José Olavarría, Macarena Campbell
Diseño sonoro Angélica Vial
Diseño integral Antonia Peón-Veiga, Claudia Yolín
Documentación y análisis Natalia Ramírez Püschel
Asistencia general Luna Anaïs Barrezueta, Claudio Muñoz
Producción general Susana Tello
Colaboradores en la investigación Solange Durán, Silvia Vivanco, Sat Jiwan Singh, Se-Rok Park, Milena Gilabert, José Olavarría, Ana Zabala, Cristóbal Contreras, Mariana Parga
Diseño gráfico Javier Pañella
Fotografía Valeria Hofmann, Fabián Cambero, Daniel Martin
Registro audiovisual Paulo Fernández Proyecto financiado por FONDART 2014 (Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes de Chile) y acogido a la Ley de Donaciones Culturales de Chile