El arbitrio del mercado
Sebastián Pérez le da una vuelta a un par de declaraciones hechas por el subsecretario del Ministerio de las Culturas y nota una diferencia en el tono que preocupa…
¿De qué lado situar a un gobierno que considere que el arte no puede dejarse al arbitrio del mercado? ¿A la derecha o a la izquierda? Yo lo pondría a la izquierda. En Chile, país de talibanes neoliberales, se me hace difícil pensar que un gobierno de derecha pueda llegar a considerar que hay dimensiones de la vida -como la artística- que estén fuera de las lógicas del mercado.
Y sin embargo, fue el segundo de a bordo en el Ministerio de las Culturas y las Artes del gobierno de Piñera, el subsecretario Juan Carlos Silva, quien lo dijo. En realidad la frase era un poco más larga y decía más cosas interesantes: “la fragilidad permanente del sector nos llama a todos, Estado y sector privado, a valorar la importancia del aporte que genera una manifestación artística y cultural, porque no puede dejarse al arbitrio de una situación de mercado”.
No podría estar más de acuerdo con el subsecretario. Efectivamente, el arte no puede quedar en manos del mercado. El Estado debe jugar un rol permanente.
En general, tengo una buena opinión del subsecretario. Me parece un hombre inteligente, con conocimientos en su área de trabajo y que, además, constantemente sale a dar la cara por su jefa. Por eso mismo me causa desazón que cinco meses después el propio subsecretario ahora diga que el ministerio no tiene capacidad de brindar ayuda social al sector cultural.
Si lo dijera la ministra, asumiría que se trata de otro acto de prestidigitación, pero cuando lo dice el subsecretario, el asunto parece más grave y real. En tan solo cinco meses pasamos de una declaración ideológica fuerte (“el arte no puede quedar al arbitrio del mercado”) a una declaración débil (“el ministerio no tiene capacidad…”). ¿Qué pasó?
Me inclino a pensar que hay una barrera ideológica que impide e impedirá al MINCAP hacer algo distinto a lo que viene haciendo. Eso explica que entiendan como “ayuda social” cualquier otra forma de aproximación a la crisis que no sea fondos concursables. El problema es que hacer lo mismo de siempre es, precisamente, dejar al arte al arbitrio del mercado.
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Imagen: edificio del MINCAP en Valparaíso. Foto del Gobierno de Chile.