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El segundo aire de la Red de Salas de Teatro

Conversamos con Paulina Urrutia y Gian Reginato, vicepresidenta y presidente de la Red de Salas de Teatro, asociación gremial nacida en el contexto de la crisis de los teatros independientes en 2013 y que hoy reúne a cerca del 50% de los teatros y salas de teatro de Santiago. En esta entrevista hablamos sobre el próximo Primer Encuentro Nacional de Salas de Teatro a realizarse el 18 y 19 de Julio, y sobre los futuros desafíos de una red que se propone levantar –de una vez por todas- una cartelera teatral, instalar la Noche de los Teatros tal como el Día del Patrimonio y proponer nuevas políticas en beneficio de las salas.

 

Para contextualizar, ¿cuándo nace la red de salas?

Gian Reginato: En 2013, ante la necesidad de poder juntarse los distintos espacios destinados a la difusión de artes escénicas y ver cómo se podía abordar lo que se denominó como la crisis de los teatros independientes, que por problemas de financiamiento no podían sostener su operación y estaban siempre al borde de cerrar.

Si mal no recordamos, hubo una propuesta incluso para el gobierno.

G: Se propuso a la ministra Barattini una modalidad de subvención a las salas de teatro independiente que quedó en eso, en realidad.

¿Y qué pasó con eso?

G: En el fondo ni siquiera hubo una respuesta por parte de la ministra. La institucionalidad resolvió como habitualmente resuelve estos problemas, como con fondos parche específicos, muy direccionados a una sala en particular, para que pudiese seguir funcionando. Ahora, como todos sabemos, y, en el fondo, es una de las críticas que hacemos, que es insuficiente esa política porque la realidad así lo demuestra. O sea, a principio de año cerraron dos salas emblemáticas del teatro chileno.

¿La Palabra y…?

G: La Palabra y La Memoria.

Pero La Memoria sigue ahora como Teatro DUOC UC.

G: Claro, ambas salas siguen funcionando hoy día, pero cierra el proyecto artístico. Una sala la arrienda el grupo UC y la otra la va a comenzar a hacer funcionar Roberto Nicolini, que se llama teatro Las Tablas. Los proyectos artísticos previos, proyectos muy interesantes para la escena, como era el teatro La Palabra y como era el Teatro La Memoria, dejaron de existir.

¿Hoy a cuánto porcentaje del total de salas y teatros de Santiago agrupa y representa?

G: La Red de Salas la constituyen, finalmente, 22 teatros, porque con la sumatoria del teatro de Roberto Nicolini, serían 22 teatros.

Paulina Urrutia: Eso ya representa más del 50% de los teatros en Santiago.

Tenemos la sensación de que hubiera un retorno, una especie de reactivación luego de un período de inactividad desde 2013 hasta hoy ¿no?

G: En el fondo, no es un período de inactividad, es parte del proceso fundacional.

¿Y cuando hablan de reactivación entonces es por…?

G: Es muy a propósito del fondo de intermediación que nos adjudicamos el año pasado y que ejecutamos durante el año 2017, que nos permite tener mucha más capacidad de la que teníamos antes. Hoy día tenemos la posibilidad de tener un equipo de trabajo que viabilice las distintas actividades del fondo, pero también las otras actividades que tiene la Red.

Este fondo de intermediación, ¿en qué consiste?

G: El Fondo de Intermediación 2017 tiene cuatro grandes actividades, entre ellas, poder levantar una plataforma de comunicaciones que contenga las carteleras teatrales de los teatros socios, pero también busca resolver un problema que casi todas las salas presentan, que son los tratos con las empresas que proveen el servicio de venta de ticket que corta porcentajes muy, muy abultados.

¿Es mucho lo que se embolsan las ticketeras?

G: Para hacerse una idea: hoy día, las empresas con las que trabajan las salas, ganan más porcentaje que el derecho de autor. La empresa que provee el servicio de venta de ticket gana más plata que el dramaturgo por entrada cortada. Es una aberración. Entonces, la idea es poder resolverlo de manera conjunta, de manera articulada. Y para eso también tenemos recursos que nos permitan implementar ciertos aspectos. Ahora, siguiendo con lo del Fondo…

Si, si.

G: Después hay un encuentro nacional de salas de teatro, que comienza el 18 de julio y donde buscamos ampliar la cobertura y así poder entender cómo se mueve la gestión de los espacios destinados a la exhibición de artes escénicas a nivel nacional y a partir de eso, justamente, poder proponer políticas. Pero no solamente proponer políticas al Estado, sino también auto-proponernos políticas públicas de cómo, mediante el trabajo articulado, podemos favorecer mucho más la actividad y a los públicos, por cierto.

Y por último, la actividad que está desde el comienzo de la Red de Salas, que es en octubre-noviembre, la Noche de los Teatros. Queremos posicionarla al nivel de eventos como el Día del Patrimonio, la Noche de los Museos, etc.

Nos llama la atención el desafío de levantar una cartelera teatral. Varios creen que lo más difícil es gestionarla es muy desgastante, razón por la que habrían desaparecido las que alguna vez hubo.

P: Es que el gran objetivo de la Red es trabajar para con los públicos. Tener una página web de la Red de Salas, es justamente, poder entender, ponerse en el lugar del público, poder agrupar en un solo lugar la información de lo que sucede en el 50% de las salas y teatros de Santiago. Entonces, puede ser un gran instrumento donde alguien no solo te esté vendiendo la entrada, sino que te ayude a discriminar que ver. Son cosas que organismos como la Red tiene que hacer. Informar, apoyar para discriminar, para saber qué es lo que es teatro, si no quieren puro comercio, teatro de mercado, etc. Tantas cosas cuyo foco sea, por ejemplo, claramente, la audiencia.

En la Red conviven teatros bastante distintos en sus formas de financiamiento y que también tienen intereses distintos, incluso opuestos. Por ejemplo, en 2015 Freddy Araya hizo una crítica bien directa y fuerte a CorpArtes y los 150 millones de pesos que obtuvo mediante Fondart. ¿Cómo pueden conciliarse los intereses y realidades tan distintas dentro de la Red?

G: Conviven a partir de un objetivo común, que es beneficiar a la actividad a través de que las salas puedan establecer proyectos artísticos sostenibles en el tiempo.

P: Es que no se pueden mirar como un sector único y con una sola realidad, Ese es el gran drama que tienen al interior las redes, porque no se comprenden como colectivo diverso, que no busca solamente plata. Entonces la Red se reúne en la diferencia primero, para poder ver precisamente todas las realidades que tiene el sector, y por lo tanto, las distintas apuestas creativas. El gran desafío que tienen hoy día las salas es trabajar colaborativamente. Trabajar en la lógica de lo que nosotros intentamos.

Pero en concreto, la colaboratividad oculta muchas veces las formas de la precariedad.

P: Pero la precariedad la podríamos solucionar. Hay que tener clarísimo que muchas veces las salas lo que necesitan es que se les pague la luz, pero infraestructura hay.

G: Siempre podría ser mejor, pero hay infraestructura para que, por ejemplo, creaciones financiadas por Fondart puedan girar y puedan estar 3 años dándose, en vez de lo efímero que puede ser invertir esa cantidad de plata en 12 funciones. Ahí esta la apuesta: hacer lo que otras industrias culturales hace mucho tiempo ya decidieron.

¿Cuál fue esa decisión?

P: Por ejemplo, la música hace más de una década que destina menos fondos públicos a la producción artística. Hoy día la cantidad que se produce con fondos públicos de teatro es tal, que no hay ni público para verlo. No hay tanto público para ver todo lo que se hace. Y a cambio hay que empezar a apostar como lo hizo la industria de la música, la de la audiovisual, hace mucho tiempo. A difusión, distribución, formación, patrimonio.

Orientarse mas al público que al creador…

P: Es que hay que poner como foco, sobre todo, la ciudadanía. Tenemos un mundo artístico que se relaciona muy poco con su público. Porque una cosa es que venga un mediador y te pase un papelito, y la otra es que alguien tenga contacto, por ejemplo, con los artistas. Que haya un director que presenta la obra y que diga de qué se trata, mínimos códigos de lectura, para que la gente pueda apreciar. Especialmente cuando es una obra que es experimental. Que recorran los teatros, que conozcan su historia, que sepan en dónde están. Eso la gente no lo tiene ni siquiera en el GAM.

Ni el GAM ni los históricos teatros universitarios.

P: Claro, y el teatro de la Católica, el Teatro Nacional, son parte del desarrollo del centro cívico del país. Y a gente no sabe dónde está. No conoce eso. Y eso es una tarea… no una tarea del mundo público, es una tarea de nuestro sector y para qué decir de los gestores culturales que son precisamente quienes tienen la pega de vincular el patrimonio inmaterial que es la creación artística, con el patrimonio material, que es la infraestructura.

¿por qué la gente crees tú que se llena el día del patrimonio, y se vuelve loca, desesperada? Porque la gente tiene una consciencia de eso. El teatro es patrimonio vivo, es nuestro y es permanente. Es día a día. No es de un día al año, y está en contacto permanente con el público. Hay una vinculación histórica de el mundo artístico con el público. Y eso, este sector, lo ha perdido.

¿Y cómo se recupera?

P: Volviendo al origen. Lo recupera volviendo a la esencia artística. Menos profesionalización y más arte. Y la gente se enamora. Se enamora de nuevo. Antes los camarines se llenaban de público que esperaba ansioso de ir a saludar a sus actores. Dime qué teatro hoy día espera eso. Hay que devolverle la vida al teatro. Debe ser protagonista. ¿me entiendes? y eso lo esperas tú, que eres actor, lo espera el mundo artístico. Volver a vincularse directamente con la experiencia viva del teatro.

Por último, vimos que hay algo que están trabajando con el Observatorio de Políticas Culturales.

G: Sí, eso es un estudio nacional de salas de teatro que es algo que el Estado no ha hecho. El Estado tiene un catastro de infraestructuras, pero con cierta tipificación de cada uno de los espacios. Es algo que estamos desarrollando ahora y que para el encuentro del 18 de julio, el encuentro nacional, se va a lanzar este estudio. Ese encuentro es organizado por la Red pero busca de verdad invitar a todos los teatros a lo largo de Chile que cumplan con las características de tener una programación sostenida en el tiempo.