El estallido, la revuelta, la pandemia, la cuarentena, los toques de queda y los estados de excepción nos han explotado en la cara. Ha explotado en el sentido más literal, pero también entendiendo esa explosión como una emergencia que hace visible los problemas estructurales que generan el malestar popular.

Hoy más que nunca entendemos que los problemas sistémicos tienen que ver con estrategias de afianzamiento perversas, pero también que todo está conectado con todo y la cultura contiene problemas que deben ser abordados también de manera sistémica, atendiendo su complejidad en tanto diversas perspectivas disciplinares y ámbitos de la generación de conocimiento.

Ante esta evidencia, y continuando un plan editorial de apertura que habíamos iniciado antes en términos de las disciplinas artísticas que abordamos en Hiedra, hemos decidido este 2020 empezar a pensar esta revista como un espacio de arte, cultura y política y ya no sólo de artes escénicas. Si bien se trata de derroteros que ya habían sido emprendidos, hoy esperamos concretar este giro a partir de nuevas y diversas colaboraciones, temas y contenidos abordados desde la crítica cultural.

Les invitamos a hacerse parte en esta nueva etapa para que Hiedra pueda continuar contribuyendo al desarrollo, visibilidad y problematización de las artes escénicas, pero también aportando a través de la apertura de espacios que permitan pensar críticamente el arte, la cultura y la política en el estilo que ya nos ha venido caracterizando, como un espacio de divulgación y de acercamiento entre la reflexión académica y las prácticas artísticas.