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Groenlandia: el invisible norte

Alejandra Araya fue a ver «Groenlandia» una obra que muestra el intento de una madre por abandonar a sus hijos.

Quizás debamos suponer qué significa Groenlandia, o más bien, qué ideas se nos vienen a la cabeza al escuchar o leer aquella palabra. “¡Me voy a Groenlandia!”, exclama la protagonista de la obra, madre de una pequeña invisible, silenciada e imaginaria testigo del unipersonal. Ella desea irse a Groenlandia, a momentos pareciera que ella y su hija estuvieran allí, a veces pareciera que es un sueño… Lo esencial está en relacionar a esta madre, Groenlandia y la evasión, el escapismo de la realidad.

Groenlandia nos presenta una temática que deambula entre un realismo crudo, como lo es la frustración e imposición social de la maternidad y, al mismo tiempo, un realismo fantástico, que aunque contradictorio, es real. ¿Cuántas ganas de evadir la responsabilidad maternal podría sentir una madre durante toda su vida? ¿Cuántas veces viviría sus deseos en sueños y visiones? Esas fantasías son tan reales y tan reprimidas.

Por otra parte, Groenlandia, no sólo muestra las contradicciones de una madre respecto a su rol social impuesto, sino también representa las formas de concepción de “familia” y qué significaría formar una familia. Este recurso se refleja, incluso, en la materialidad, pues la escenografía está compuesta de una casa de muñecas grande y varias otras pequeñas, además de una mesa con una taza y una tetera, lo que por un lado podría relacionarse con los juegos de la niñez y, por otro, con “el hogar familiar” y su composición nuclear.

Esa esencialidad mencionada al principio de este texto, que reúne elementos como la huida, la maternidad y Groenlandia, nos muestra una articulación perfecta y espectacular, pues la evasión de los “deberes maternales”, son representados con la distancia geográfica, el aislamiento y la inhospitalidad. Esa lejanía de las imposiciones sociales que tanto quiere la protagonista. El viaje lo haría ella, su hija sería abandonada.

Groenlandia es un monólogo, sensacionalmente, pensado… Pensado en la profundidad de los sentimientos descarnados del ser humano, en esa hambre desesperada de libertad y libre albedrío. Es un tema central -sin duda- interesante, complejo y, hasta audaz, pues las contradicciones sobre la maternidad son, comúnmente calladas, más aún los sentimientos y emociones que se originan a partir de aquellos cuestionamientos y, a veces, pérdida de identidad.

De esta manera, se vuelve imprescindible destacar la prehistoria de la obra de teatro y, en realidad, de todas ellas, dado que por algún motivo se han creado y representado en las salas También es importante prestar atención a los silencios y al imaginario silente, pues en el caso de Groenlandia no sólo se han revelado las emociones calladas de muchas madres, sino también se ha silenciado, hasta la invisibilidad, a la hija de la protagonista.

Ficha Artística

Dramaturgia: Pauline Sales

Dirección: Angela Cabezas

Elenco: Javiera Osorio Ghigliotto

Diseño: Ángela Cabezas

Selección y edición musical: Julián Horning

Iluminación: Julio Escobar Mellado

Fotografía: Rodrigo Hernández

¿Cuándo?

Funciones
Lunes, martes y miercoles de enero, 20:30 hrs.

Lugar
Teatro La Comedia, Santiago.